El cuidado de las personas que han sufrido recientemente un ictus requiere tener en cuenta diferentes aspectos para su progresiva recuperación. Las personas que sufren esta enfermedad guardan importantes diferencias con otros tipos de pacientes. He ahí la principal razón por la que hay que conocer las especificaciones de esta dolencia en cuanto a tareas diarias autónomas, vida social o ejercicio físico.
Principales consejos para cuidar a un paciente que ha sufrido un ictus
En primer lugar, se van a dividir los diferentes consejos en tres áreas que engloban muchos aspectos. Una de ella será la de la comunicación y vida social, otra la de las tareas sencillas que antes se realizaban de forma autónoma y, por último, la del ejercicio y actividad física.
Comunicación y vida social
Aunque las enfermedades parecen alarmantes en algunas situaciones, lo cierto es que los estudios demuestran que los pacientes que han sufrido un ictus mejoran si tienen vida social. Por ello, es imprescindible intentar mantener las relaciones con amigos y familiares, pero siempre teniendo en cuenta las nuevas condiciones de la persona. Por eso, si ya no es posible acudir a algunos entornos por falta de accesibilidad, sería interesante reformar esos planes y buscar otros como pueden ser las visitas en casa o bien los centros de ocio adaptados.
En cuanto a la comunicación, hay que valorar si ha habido cambios significativos o no en el habla de los pacientes. Si esto es así y hay secuelas del lenguaje, habrá que actuar buscando en todo momento la facilidad en el habla. Para ello, se llamará la atención del paciente, se le preguntará claramente con frases sencillas de fácil respuesta y, si fuera necesario, se puede recurrir a algunas herramientas de ayuda como los dispositivos electrónicos.
Tareas diarias
Es posible que, tras el incidente, determinadas tareas diarias que resultaban muy sencillas ya no puedan llevarse a cabo. Entre ellas pueden destacarse la higiene, la alimentación, la hidratación o el hecho de vestirse de forma autónoma.
En cuanto a la higiene, lo mejor será ayudar al paciente todo lo posible utilizando duchas con soportes que le ayuden a la sujeción o bien con sillas para que pueda permanecer en una posición cómoda. La alimentación y la ingesta de líquidos también podrían requerir de ayuda. Sin embargo, en este sentido se debe más bien a heridas o úlceras bucales y a problemas con la masticación, por lo que es mejor optar por alimentos con textura de crema o puré.
Por último, destacar también el hecho de vestirse. Aunque en este sentido se le puede ayudar, lo mejor es que todo lo que pueda hacer de forma autónoma lo realice. Esto mejorará su autoestima y su autonomía individual.
Deporte y actividad física
En cuanto al deporte, la línea que se sigue es la misma que en el caso de vestirse. Nuevamente, es muy probable que el enfermo necesite ayuda para su movilidad, siendo necesario el soporte de otras personas o bien de materiales adaptados. Sin embargo, es fundamental para que pueda desarrollar su musculatura.
Por tanto, es imprescindible que poco a poco se incorpore el deporte en la rutina. Y aunque no lo haga de forma totalmente autónoma, cuanto más sea así, mejores serán los resultados que se obtienen. Una buena forma de ligar dos aspectos es hacer deporte junto con amigos o familiares, potenciando la vida social.
En definitiva, las personas que sufren un ictus tardan algún tiempo en recuperarse de este y lo hacen de forma paulatina. Esto supone que hay que atender especialmente a su cuidado siguiendo las pautas recomendadas para la enfermedad en los aspectos que se han ido comentando a lo largo de este texto.
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El cuidado de las personas que han sufrido recientemente un ictus requiere tener en cuenta diferentes aspectos para su progresiva recuperación. Las personas que sufren esta enfermedad guardan importantes diferencias con otros tipos de pacientes. He ahí la principal razón por la que hay que conocer las especificaciones de esta dolencia en cuanto a tareas diarias autónomas, vida social o ejercicio físico.